ARTURO FRONDIZI



- A las Fuerzas Armadas las queremos al servicio de la Nación y no como guardia pretoriana del presidente de la República


- Un pueblo pobre y sin esperanzas no es un pueblo libre. Un país estancado y empobrecido no puede asegurar las instituciones democráticas. Por el contrario, es campo propicio para la anarquía y la dictadura.

La interdependencia en términos de igualdad no es posible sin desarrollo económico.

No hay libertad verdadera sin garantías de una efectiva justicia y seguridad social.

Debemos sumar esfuerzos y no restarlos. La continuidad en el esfuerzo es lo que hace la grandeza de los pueblos.

Los aumentos abusivos de los precios tornan ilusorios los aumentos de sueldos y perturban la estabilidad económica que exige el efectivo progreso nacional.

Nada se podrá hacer sin espíritu de sacrificio, sin conciencia de responsabilidad y sin un profundo sentido moral del destino de cada cual en el país y del país en el mundo.


Arturo Frondizi fue un abogado, periodista y político argentino, que fue elegido como presidente de Argentina y gobernó entre el 1 de mayo de 1958 y el 29 de marzo de 1962, cuando fue derrocado por un golpe de estado militar. Frondizi es considerado por muchos políticos argentinos como el último presidente en implementar un proyecto estratégico de país, y también en ser el último presidente con ideales industriales o desarrollistas. El gobierno de Frondizi estuvo sumamente restringido por el poder militar, sufriendo veintiséis asonadas militares y seis intentos de golpe de estado.  El 20 de noviembre de 1985 falleció su hermano Risieri FrondiziEl 28 de octubre de 1991, en su octogésimo tercer cumpleaños, Frondizi donó al Museo de la Casa Rosada su banda y su bastón presidenciales, los cuales estuvieron guardados en su departamento de la calle Beruti, enfrente del Hospital Alemán, en sus estuches originales. El entonces presidente de Argentina, Carlos Menem, agradeció el gesto diciéndole: «Mi primer voto fue por usted». Frondizi había dicho que quería entregarlos a la Casa Rosada para que «los niños de las escuelas puedan ver representados en ellos el republicanismo y la delegación de los poderes de los ciudadanos en una persona». En ese mismo año falleció su esposa Elena Faggionato de Frondizi.

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